jueves, 5 de enero de 2012

ARTURO ILLIA, UN GRANDE DE LA PATRIA

El 4 de Agosto de 1900 probablemente a las 16:00 horas nace en Pergamino, provincia de Buenos Aires Arturo Umberto Illia. El 1º de Marzo de 1908 inicia sus estudios primarios en la Escuela Provincial Nº 18 de Pergamino. En Marzo de 1910 Se traslada a Buenos Aires e ingresa como alumno pupilo al Colegio Salesiano Pío IX del barrio de Almagro en la Capital federal. Regresa a Pergamino en Diciembre de 1916 ante la imposibilidad de que su padre siguiera solventando sus estudios.

En Diciembre de 1917 Regresa a Buenos Aires y rinde libre los exámenes del quinto año del bachillerato en el Colegio Nacional Buenos Aires.

El 5 de Marzo de 1918 obtiene su diploma de bachiller y el 11 de Marzo de 1908 solicita su ingreso a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Buenos Aires y en Diciembre: rinde con calificación sobresaliente su primera materia en la Universidad.

En el año 1921 se incorpora al Regimiento de Granaderos a Caballo General José de San Martín para cumplir con el servicio militar obligatorio. En el año 1922 es electo Secretario del Comité Universitario Radical de la Capital. En Marzo de 1927 obtiene el diploma de médico y en 1929 es designado como médico de los talleres ferroviarios de la ciudad de Cruz del Eje, Córdoba.

Durante Septiembre de 1930 la revolución que derroca al Presidente Yrigoyen lo deja cesante en su puesto.

En Agosto de 1933 viaja a Europa y reside en Dinamarca, Alemania Rusia e Italia hasta Diciembre de 1934. El 3 de Noviembre de 1935 en el Departamento de Cruz del Eje la Unión Cívica Radical triunfa por 3,576 votos contra 3,376 de los Demócratas. Illia obtiene la senaduría provincial. El 17 de Mayo de 1936 asume como senador departamental por Cruz del Eje para el período 1936-1940. El 15 de Enero 1939 contrae matrimonio con Silvia Martorell Kaswalder en Puerto Belgrano. Triunfa el 10 de Marzo de 1940 en la elecciones como candidato a vicegobernador de Córdoba, acompañando en la fórmula al doctor Santiago del Castillo con 138.916 sufragios contra 106.865 del binomio Benjamín Palacio-Carlos A. Astrada (Partido Demócrata).

El 17 de Mayo de 1940 asume como vicegobernador de Córdoba para el período 1940-1944. puesto que mantiene hasta el golpe de estado del 4 de Junio de 1943 lo desaloja del gobierno cordobés.

El 24 de Febrero de 1946 se presenta como candidato a Senador Nacional y cae derrotado frente al peronismo. Durante el año 1947 es electo presidente del Comité Provincia de Córdoba de la Unión Cívica Radical.

El 26 de Abril 1948 asume como Diputado Nacional para el período 1948-1952. El 11 de Noviembre 1951 la fórmula radical Arturo Illia-Arturo Zanichelli pierde en las elecciones para gobernador de Córdoba frente al binomio del peronismo Lucini-De Uña por 395.342 contra 327.627 votos. En el año 1958 es derrotada su candidatura a Senador Nacional por el candidato de la Unión Cívica Radical Intransigente.


El 18 de Marzo de 1962 binomio Arturo Illia-Justo Paez Molina con 310.387 sufragios se impone ante el Partido Laborista (Carlos Berardo-Joaquín Zuriaga) con 294.519 votos y obtiene la gobernación de Córdoba. 30 de Marzo: se anulan los comicios del 18 de Marzo en todo el país e Illia no puede asumir su cargo.

El 7 de Julio 1963 la fórmula de la Unión Cívica Radical del Pueblo Arturo Umberto Illia-Carlos Perette triunfa en las elecciones presidenciales con 2.403.451 sufragios, seguida de la Unión Cívica Radical Intransigente (Oscar Alende- Celestino Gelsi) con 1.553.996 votos y de la Unión del Pueblo Argentino (Pedro Eugenio Aramburu-Horacio Thedy) con 1.132.065. 31 de Julio: se reúnen los Colegios Electorales y proclaman la fórmula Illia- Perette con el 56,6% de los sufragios.

El 12 de Octubre de 1963 Illia asume la Presidencia de la Nación.

El 28 de Junio 1966 el golpe de estado encabezado por el Gral. Onganía desaloja por la fuerza a Illia de la presidencia., el 6 de Septiembre del mismo año fallece su esposa Silvia Martorell.
El 18 de Enero 1983 fallece el Dr. Arturo Umberto Illia.
 Jairo contó una vivencia estremecedora de su Cruz del Eje natal.


Una madrugada su hermanita no paraba de temblar mientras se iba poniendo morada. Sus padres estaban desesperados. No sabían que hacer. Temían que se les muriera y fueron a golpear la puerta de la casa del médico del pueblo.

El doctor Arturo Illia se puso un sobretodo sobre el pijama , se trepó a su bicicleta y pedaleó hasta la casa de los González. Apenas vio a la nenita dijo: “Hipotermia”. “No se si mi padre entendió lo que esa palabra rara quería decir”, contó Jairo. La sabiduría del médico ordenó algo muy simple y profundo. Que el padre se sacara la camisa, el abrigo y que con su torso desnudo abrazara fuertemente a la chiquita a la que cubrieron con un par de mantas. “¿No le va a dar un remedio, doctor?”, preguntó ansiosa la madre. Y Arturo Illia le dijo que para esos temblores no había mejor medicamento que el calor del cuerpo de su padre.

A la hora la chiquita empezó a recuperar los colores. Y a las 5 de la mañana, cuando ya estaba totalmente repuesta, don Arturo se puso otra vez su gastado sobretodo, se subió a la bicicleta y se perdió en la noche. Jairo dijo que lo contó por primera vez en su vida. Tal vez esa sabiduría popular, esa actitud solidaria, esa austeridad franciscana lo marcó para siempre.

El teatro se llenó de lágrimas. Los aplausos en la sala denotaron que gran parte de la gente sabía quien había sido ese médico rural que llegó a ser presidente de la Nación. Pero afuera me di cuenta que muchos jóvenes desconocían la dimensión ética de aquél hombre sencillo y patriota. Y les prometí que hoy, en esta columna les iba a contar algo de lo que fue esa leyenda republicana.

Llegó a la presidencia en 1963, el mismo año en que el mundo se conmovía por el asesinato de John Fitzgerald Kennedy y lloraba la muerte del Papa Bueno, Juan XXIII.

Tal vez no fue una casualidad. El mismo día que murió Juan XXIII nació Illia como un presidente bueno. Hoy todos los colocan en el altar de los próceres de la democracia.



Le doy apenas alguna cifras para tomar dimensión de lo que fue su gobierno. El Producto Bruto Interno (PBI) en 1964 creció el 10,3% y en 1965 el 9,1%. “Tasas chinas”, diríamos ahora. En los dos años anteriores, el país no había crecido, había tenido números negativos. Ese año la desocupación era del 6,1%. Asumió con 23 millones de dólares de reservas en el Banco Central y cuando se fue había 363. Parece de otro planeta. Pero quiero ser lo mas riguroso posible con la historia. Argentina tampoco era un paraíso. El gobierno tenía una gran debilidad de origen. Había asumido aquel 12 de octubre de 1963 solamente con el 25,2% de los votos y en elecciones donde el peronismo estuvo proscripto. Le doy un dato mas: el voto en blanco rozó el 20% y por lo tanto el radicalismo no tuvo mayoría en el Congreso. Tampoco hay que olvidar el encarnizado plan del lucha que el Lobo Vandor y el sindicalismo peronista le hizo para debilitarlo sin piedad. Por supuesto que el gobierno también tenía errores como todos los gobiernos. Pero la gran verdad es que Illia fue derrocado por sus aciertos y no por sus errores. Por su historica honradez, por la autonomía frente a los poderosos de adentro y de afuera. Tuvo el coraje de meter el bisturí en los dos negocios que incluso hoy mas facturan en el planeta: los medicamentos y el petróleo. Nunca le perdonaron tanta independencia. Por eso le hicieron la cruz y le apuntaron los cañones. Por eso digo que a Illia lo voltearon los militares fascistas como Onganía que defendían los intereses económicos de los monopolios extranjeros. El lo dijo con toda claridad: a mi me derrocaron las 20 manzanas que rodean a la casa de gobierno.

Nunca más un presidente en nuestro país volvió a viajar en subte o a tomar café en los bolichones. Nunca mas un presidente hizo lo que el hizo con los fondos reservados: no los tocó. Nació en Pergamino pero se encariñó con Cruz del Eje donde ejerció su vocación de arte de curar personas con la medicina y de curar sociedades con la política. Allí conoció a don González el padre de Marito, es decir de Jairo. Atendió a los humildes y peleó por la libertad y la justicia para todos.


A Don Arturo Humberto Illia lo vamos a extrañar por el resto de nuestros días. Porque hacía sin robar. Porque se fue del gobierno mucho mas pobre de lo que entró y eso que entró pobre. Su modesta casa y el consultorio fueron donaciones de los vecinos y en los últimos días de su vida atendía en la panadería de un amigo. Fue la ética sentada en el sillón de Rivadavia. Yo tenía 11 años cuando los golpistas lo arrancaron de la casa de gobierno. Mi padre que lo había votado y lo admiraba profundamente se agarró la cabeza y me dijo: - Pobre de nosotros los argentinos. Todavía no sabemos los dramas que nos esperan.

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